domingo, 5 de octubre de 2008

Arnaldo el pececillo


Había una vez un pececillo que quería ser actor de telenovela de canal de aire. Entonces se insertó un injerto en cada branquia y salió a juntar botellas de vidrio, para venderlas a cambio de monedas.

Al cabo de 3 años logró juntar la plata suficiente para la operación: podría simular ser un humano.
La leyenda cuenta que tras una serie de transformaciones, finalmente el producto estuvo listo;
ahora solo le quedaba aprender el idioma.
Volvió a las calles a buscar más botellas para conseguir dinero otra vez, precisaba el mismo para clases de dicción y español aparaguayizado.

Una vez logrado, comenzó a presentarse en castings. Al principio nadie quería tomarlo, su olor era muy peculiar y su cara un tanto extraña, pero a fuerza de la voluntad y con un poco de suerte, consiguió un papel menor en la novela de las 2: Ramona, la doméstica rebelde. (Él actuaba del cocinero.) Aunque su rol era limitado, los productores vieron en el pececillo humanizado con acento paraguayo, un diamante en bruto, y le ofrecieron el personaje de un transexual en la novela de las 5. Resultó un éxito rotundo. Y así fue como nuestro querido pececillo fue subiendo escalones.

Hoy en día lleva hecha una larga carrera.
Seguramente lo conozcan,
su nombre es Arnaldo André.

1 comentario:

Will dijo...

Seguramente vas a borrar mi comentario. Pero igual, es mala educacion no saludar.
Un abrazo!

Pd:Me alegra que hayas terminado tu novela.